Jueves 2 de Enero de 2014 – Consulta de oncología – Lugar: Hospital Doce de Octubre
Los días se hacían interminables, parecía que núnca iba a llegar el momento de ver al oncólogo de este Hospital y empezar con algun tratamiento, ya que desde el 5 de Diciembre de 2013 que me encontraron el tumor, estaba con unos dolores tremendos en el hígado e intestinos. Supongo que me autosugestioné al tener «el veredicto» ya que una semana antes de saber que tenía cáncer, iba al gimnasio a diario y hacia una hora y media de cardiovascular sin notar absolutamente nada, todo lo contrario, volvía a casa «como nueva». Esto me lleva a pensar que la mente es muy poderosa y que nosotros mismos nos creamos tanto las enfermedades como el dolor… pero esto lo dejaré para otro momento en otra entrada.
Ahora hablemos de la consulta con el oncólogo, que fué para mi el día en que el cielo se me abrió y pude al fin, tener esperanzas de verdad, aunque también fué uno de los más duros.
Eran las 9:00 de la mañana y mientra, en la sala de espera, como siempre… paraceía que estaba esperando mi ejecución, no paraba de temblar y llorar y pensar «me voy a morir!! me voy a morir!!»… Cuando entré por fin en la consulta lo hice totalmente abatida y llorando a cántaros. Mis padres me acompañaban y los tres nos sentamos frente a la mesa del doctor.